Desde la media maratón de Benidorm hasta la media de Santa Pola participé en unas cuantas carreras.
La primera de ellas fue la media maratón de Alcoy, tan sólo 10 días más tarde de la de Benidorm. El recorrido fue bastante duro. No es cross ni trail, pero el perfil podría encajar en una carrera de dichos tipos. Lamentablemente he de recalcar el paupérrimo nivel de la organización. La recogida de dorsales fue un auténtico caos, las letras de la camiseta estaban desgastadas, se salió con 20 minutos de retraso, no hubo avituallamiento durante los 8 kilómetros cuesta arriba que transcurrían por la vía verde y, lo peor de todo, se recortaron 1.400 metros de recorrido sin avisar a los participantes.
Como conocía la dificultad del recorrido, mi objetivo era bajar del 1:50 e ir medianamente relajado. Al final siempre se acaba dando el 100%. Me costó un poco llevar un ritmo cómodo durante la subida por la vía verde, aunque era un ritmo bastante por encima de lo planificado. Al llegar a meta el reloj de meta marcaba 1:38 y yo me lo tragué de pleno, ya que no llevaba reloj y no sabía exactamente cómo iba.
Posteriormente, la gente que llevaba GPS me dijo que habían acortado el recorrido por debajo de los 20 kilómetros. Hubiera rondado el 1:45 (para lo que se corrió mantuve un ritmo de 4:59 el kilómetro). Bastante por debajo del objetivo.
En definitiva, un auténtico esperpento. Una verdadera lástima porque Alcoy se merece y tiene potencial para algo mucho mejor. De momento conmigo que no cuenten hasta que no me entere de que se celebra un evento digno. Hablamos de una inscripción que oscila entre los 15 y los 20 euros, no es precisamente gratis.
La víspera de nochebuena me acerqué a Aspe para disputar su media maratón. Esta sí que lleva muchos años celebrándose y se nota. Ninguna queja de la organización. El recorrido es durillo, con bastantes cuestas y muchas curvas, por lo que no es el más adecuado para ir a buscar marca. El pueblo y el recorrido tampoco son ninguna maravilla. Por contra, hay buen ambiente por el centro y la bolsa de corredor está muy bien.
Me mantuve con un buen ritmo durante casi toda la carrera, apretando bastante del kilómetro 10 al 16. Sufrí bastante en el 18 y el 19 coincidiendo con algunas cuestas. Cuando me acercaba a meta pensaba que rondaría el 1:42. Sin embargo, hice mi mejor tiempo hasta la fecha con un 1:41:10, por lo que acabé muy contento, sobre todo teniendo en cuenta el recorrido.
Los tres últimos días del año fueron un cierre perfecto a 2012. El día 29 hice junto a mi hermano una majadería. Saliendo desde Callosa d’En Sarrià, pisamos las cumbres de La Aixortà, El Castellet, la Mallà del Llop, El Plà de la Casa y la Serrella, siendo recogidos en el puerto de Confrides. En total 10 horas de travesía y unos 2.800 metros de desnivel positivo.
Al día siguiente, con las piernas un tanto tocadas, repetí en la San Silvestre de Alicante. Este año ampliaron el recorrido, volviéndose todavía más interesante. Eso sí, metieron la pata planificando la salida, ya que se formó un buen tapón para salir de la Rambla. Fui tranquilamente durante todo el recorrido junto a mi hermano. Disfruté mucho, aprovechando esos kilómetros para pensar en lo conseguido desde mi estreno en la misma carrera justo hacía un año. En un año pueden cambiar mucho las cosas si se quiere.
Ahí no terminó el año. Lo hizo en la mejor carrera en la que he estado. La San Silvestre Crevillentina. Un exigente recorrido de 10 kilómetros, un ambientazo espectacular por las calles, alta participación, atletas profesionales y una gran bolsa de corredor. Ni un pero. Todos los fines de año que esté en la provincia la intentaré correr.
Conociendo sus más de 600 metros de desnivel positivo, me conformaba con bajar de los 48 minutos. En la salida pensaba que estaba bastante delante, pero -como casi siempre- cuando el grupo se estiró vi que tenía un montón de gente delante. Durante toda la carrera fui pasando gente, siendo algo agobiante el primer kilómetro. Disfruté muchísimo de los constantes cambios de perfil. Al final crucé la meta en 46:10 de tiempo real, a un ritmo por kilómetro de 4:37. El primer 5.000 en 23:25 y el segundo en 22:45, así que acabé muy contento.
Por último, antes de la media maratón de Santa Pola disputé, ya en 2013, la carrera de Reyes del Campello. Eran dos vueltas por el paseo del pueblo en un recorrido de 6.200 metros que acabaron siendo 6.000. Fue un día invernal muy frío, acompañado de no demasiada participación y poco ambiente.
Otra vez volví a salir muy atrás, perdiendo bastante tiempo adelantando en el primer kilómetro. A partir de ahí mantuve mi mayor ritmo de carrera hasta ahora, muy cercano a los cuatro minutos por kilómetro. Al final crucé la meta en 25:10, con un ritmo promedio de 4:12.
Con esto finalizan las crónicas de las 19 carreras en las que he participado hasta el momento. En 10 días será el turno de la media maratón de Orihuela, mi décima media en menos de un año. Si me lo dicen hace año y medio mi carcajada se hubiera escuchado hasta en la fosa de las Marianas.