Llevaba una cantidad bastante indecente de años sin ir por uno de los parques naturales más populares de la provincia, el peñón de Ifach. Ayer por fin pude volver a recorrerlo. El perfil del peñón, visible desde muchos kilómetros a la redonda, representa una de las más bellas y conocidas postales de la provincia, alzándose a 332 metros en la misma costa.
Lamentablemente ayer nos salió un día bastante nublado que no permitía ni vislumbrar la cercana sierra de Bernia. Únicamente se podía disfrutar de la costa de Jávea y de la Serra Gelada. La primera foto de abajo es de otra visita anterior por la zona.
Se trata de una excursión de alrededor de 1 hora de subida que sería bastante sencillita si no fuese por lo resbaladizo de varios tramos del recorrido, debido al desgaste de la roca como consecuencia de la gran cantidad de personas que suelen ir al lugar cada fin de semana.
La importancia ecológica del parque reside en la gran variedad de flora y fauna que se dan cita en él. Eso sí, las grandes dominadoras del lugar son las gaviotas. ¡Menudo escándalo que montan! Es una pena que hayan convertido la cumbre en un estercolero, es prácticamente imposible sentarse al llegar arriba sin entrar en contacto con algún deshecho de estas grandes modelos.
A la bajada, salvo que tomes un atajo bastante escarpado que existe, se tarda prácticamente lo mismo que a la subida por lo complicado del terreno.
En definitiva un lugar emblemático de la provincia que bien merece una visita, o muchas.