Esa ha sido la contestación cuando hemos preguntado dónde estaban esos adorables bichos. Básicamente significa «ya no tenemos pandas». Como se podrá imaginar, el lugar en el que me han dicho esa frase no es otro que el famoso Zoo de Berlín.
La entrada para el Zoo y el Aquarium vale 20 euros, siendo únicamente de 13 si se entra sólo al zoo. Creo que no merece demasiado la pena pagar para entrar al acuario, ha sido algo decepcionante.
Yo había pagado gustosamente mis 20 euros pensando que iba a encontrarme dentro del zoo a los entrañables pandas, así que hoy mi decepción ha sido grande. De todas formas el zoo está muy bien.
He estado más de cuatro horas paseando por el recinto. Más que por lo grande que pueda ser, resulta bastante confuso desplazarse por el lugar. Además, no facilitan un mapa con la entrada. Hay que pagar cinco euros para obtener la guía del zoo.
¿Habéis visto alguna vez a un babuino masturbarse? Yo hasta hoy tampoco. Mejor no doy detalles.
El paisaje del zoo no dista mucho del de cualquier otra zona verde de Berlín.
He llegado al zoo a las 11 y he tenido que hacer una cola de más de media hora en las taquillas. Cuando pasé por delante a la misma hora hace un mes no había absolutamente nadie, pero claro, la temperatura entonces era de 25 grados menos. Lo mejor debe ser madrugar o esperar a la tarde, ya que el zoo cierra a las 7 y después de comer no creo que haya colas, al menos a las cuatro no había nadie en la puerta.
No he experimentado buenas sensaciones al comprobar como ciertos animales evidenciaban no estar cómodos en sus jaulas. Ver a un águila estamparse contra los barrotes no es precisamente agradable.
Entiendo que hayan personas a las que no les gusten los zoos. Por mi parte, como comentaba anteriormente, hay ciertos animales que bajo ningún concepto tendría enjaulados. Hay otros que se les nota -o parece- que les da lo mismo, aunque lógicamente siempre estarán mejor en libertad.
Debe hacer más de 15 años desde que visité mi último zoo. Creo recordar que fue el de Barcelona. Todavía estaba Copito. Murió en 2003, así que no debo equivocarme demasiado con mi estimación.
Ha sido bastante divertido ver como daban de comer a los felinos.
El acuario, como decía, no es nada del otro mundo. El que sí que es realmente espectacular es el de Barcelona.
Puesto que ya no tienen pandas, las estrellas del recinto son los leones y los osos polares.
Tras visitar el zoo he ido a recoger el dorsal para el BIG 25. Espero no sólo conseguir esa medalla que tenían expuesta. Cuando planifico el calendario de carreras suelen haber algunas marcadas en rojo, en las que hay que dar un paso adelante. Llevo varias semanas entrenando duro para conseguir mi objetivo de cara a esta carrera, o eso creo. El domingo se verá. No existe juez más imparcial que el asfalto.