Mañana intensa la de hoy. Como está mi hermana aquí y esta semana no tengo clases de alemán, estos días estoy acercándome a bastantes sitios que tenía pendientes. Hoy hemos visitado tres lugares completamente distintos, todos ellos situados en el barrio de Charlottenburg.
En primer lugar nos hemos dirigido al memorial de Plötzensee. En el pequeño edificio situado junto a la prisión de dicho nombre fueron asesinadas cerca de 3.000 personas durante el III Reich. La mayoría de estas personas pertenecían a organizaciones clandestinas que actuaban contra la dictadura.
Estábamos completamente solos. El silencio es el mejor compañero visitando un lugar así.
Se antoja difícil un cambio de escenario mayor que el que hemos experimentado en nuestras dos primeras visitas del día. A continuación hemos ido a la Classic Remise, una exposición totalmente gratuita de coches clásicos.
Coches de lujo. Materialismo y capitalismo extremos. Sin embargo, no puedo evitarlo. Me encantan esos bólidos rojos con un cavallino rampante.
No esperaba encontrarme con cierto coche.
Sólo se fabricaron 1.315 ejemplares del F40. Nunca había comprendido por qué era tan famoso. Nunca me había parecido especialmente bonito. Hasta hoy. Supongo que se debía a que jamás había visto uno con mis propios ojos. Probablemente el gran clásico de los 80.
No nos alejamos del lujo, aunque sí lo hacemos en el tiempo. El Palacio de Charlottenburg, construido a finales del siglo XVII, es probablemente la construcción más bonita de Berlín. La ciudad no posee demasiados edificios anteriores al siglo XX. Por suerte Charlottenburg sí que fue reconstruido tras la II Guerra Mundial.
La entrada a los jardines es totalmente gratuita. Una visita imprescindible si se está en la ciudad, sobre todo si no se dispone del tiempo suficiente para acercarse a Potsdam.
Berlín no deja de sorprender después de más de dos meses. Tres lugares realmente interesantes y completamente diferentes. No es la ciudad más bonita del mundo, pero creo que es difícil encontrar a alguna persona a la que la ciudad no pueda ofrecerle algo de su interés.