El enorme bosque de Grünewald es la zona verde más grande de Berlín. Se encuentra en la zona oeste de la ciudad. Regresando a la estación de nuestro destino nos hemos perdido por sus innumerables caminos. Este destino no era otro que La Montaña del Diablo, Teufelsberg. En lo alto, a algo más de 100 metros, se encuentra una estación de radio que los americanos utilizaron durante la guerra fría.
Tras la caída del muro el lugar fue abandonado, convirtiéndose desde entonces en lugar de peregrinación para los curiosos. Desde el año pasado se ha restringido el acceso al recinto, debido al rápido deterioro que éste estaba sufriendo. Ahora hay que acceder con guía en una visita de una hora, pagando siete euros.
Teufelsberg ofrece unas grandes vistas de la ciudad y del propio bosque. Mi vértigo ha hecho acto de presencia, especialmente en la torre más alta.
Tampoco es el lugar más seguro del mundo, pero bueno, creo que tampoco se ha matado nadie allí… todavía.
Una de las cúpulas de la estación se encuentra en un estado casi perfecto. El edificio es primo-hermano del Tacheles, completamente invadido por el arte urbando a lo largo de los años.
En definitiva, una visita que requiere unas cuantas horas, pero que ofrece una experiencia realmente peculiar.