Este fin de semana, además de correr la Route du Vin en Luxemburgo, he visitado Königstein im Taunus, un pueblo situado en los alrededores de Frankfurt cuyo principal atractivo es un castillo en ruinas. Eso y las vistas desde éste. Un buen plan para una tarde de sábado.
La Route du Vin ha sido una grata sorpresa. Ahora comprendo la buena fama que tiene. Un gran recorrido con unos pueblos volcados con su carrera, la cual supera ya las 50 ediciones. Lo único malo es la hora de salida (15:00). A esas horas en septiembre puede pasar lo que ha ocurrido hoy: Un calor sofocante con el termómetro oscilando entre los 25 y los 30 grados. Se trata del único lunar de esta preciosa carrera.
A la media maratón le he sumado otros 10 kilómetros esta mañana, por lo que me he ido a más de 31. Ha sido el día de entrenamiento más duro de cara a la maratón de Amsterdam. A estas alturas del año llevo las mismas carreras y los mismos kilómetros que durante todo 2013. A ver si en Amsterdam redondeo un grandísimo 2014.